Pesca accidentada en San Luis

Fue algo difícil encontrar el título para esta nueva entrada al Blog, estuve un rato largo pensándolo porque en tan poco tiempo sucedieron muchas cosas. Pero ¿Por qué? Porque fuimos a la Provincia de San Luis a pescar truchas, pero el calor se hizo presente y las truchas ausentes, pesqué en poco tiempo muchas carpas y tuvimos que terminar en forma abrupta la jornada por un accidente, por eso tal vez lo que más marcó esa salida fue lo del accidente.

Por lo que ya más o menos interiorizados en lo que pasó, vamos a contarle con detalles.

La idea era pescar truchas en el Río Quinto en la Provincia de San Luis un fin de semana entero (sábado y domingo), por lo que alistamos las cañas de 10 pies y todo el arsenal el que incluía hilo, leader francés, munición partida, ninfas pequeñas, perdigones, flotamoscas, etc. Y de paso cargamos la caña y las moscas para pescar carpas, por si la dudas.

Río Quinto

Llegamos alrededor de las 8 am al camping sobre el Río Quinto -el que tiene el mismo nombre-, y al cual se ingresa a escasos metros de la ruta provincial nº 20, kilometros antes de llegar al pueblo de Saladillo. Por suerte fue un viaje bastante tranquilo, todo por autopista desde la Ciudad de Mendoza.

Desde el mismo momento en que nos bajamos del auto supimos inmediatamente que iba a ser un día caluroso… No obstante, lo mismo armamos equipos para pescar truchas y cargamos equipos de carpas, y comenzamos a ir aguas arribas desde donde dejamos el vehículo.

El día estaba soleado y bastante cálido, corría un poco de viento que parecía que nos iba a ayudar pasarla bien, pero no fue suficiente, cerca de media mañana el calor y el intenso sol marcaban el ritmo.

Luego de una mañana muy pobre de actividad, tan solo una trucha arcoiris y un par de piques, y habiendo chequeado la temperatura del agua, la que nos sorprendió con unos 22º, decidí guardar mi equipo de truchas y cambiar a carpas, por lo que arme mi caña de 9 pies #4 marca PROFISH modelo vento (tremenda caña), reel marca STH modelo MRPOP 1.5 y línea SCIENTIFIC ANGLERS modelo mastery gpx WF de flote con un leader de 10 pies y una mosca cachucarp.

Después de recordar las recomendaciones de Sebastián Pagano, el gurú de la pesca con mosca de carpas, empecé a conectar una carpa tras otra, haciendo que el calor quedará olvidado, por lo menos para mí.

Cerca del mediodía paramos a comer unos sándwiches, pero yo seguía pensando en carpas, por lo que deje a mi somnoliento compañero (Checho) de pesca abajo de unos a árboles y me fui a pescar.

La técnica es simple, ir siempre al acecho y tratando de no hacer mucho ruido, identificar a la carpa que puede llegar a tomar la mosca, mis preferidas son las que van hurgando con su trompa el barro, y ponerle la mosca bien delante de la boca o cruzársela en 45º. Es un apesca muy visual, el pique en siempre violento y la pelea es intensa, cuesta cansarlas.

Las dos moscas que más rindieron fueron la ya mencionada cachucarp, la que fue desarrollada por Sebastián para la pesca con mosca en los ríos y arroyos de las Sierras de San Luis, y la lili flu-flu, dejo los videos de atado a continuación para que las puedan copiar.

En pocos minutos puede pinchar varias carpas, por lo que fui a buscar a mi compañero para que no se perdiera tremenda fiesta. Lo encontré donde lo había dejado, por suerte no se había dormido por lo que le dije que armara su equipo de carpas, lo que hizo bastante rápido.

Y es aquí donde se complicó el día, cuando íbamos vadeando el río para llegar al lugar de pesca, Checho pisó mal y se golpeó fuertemente la rodilla derecha. Al principio, a pesar de la sangre no parecía una lesión importante, pero después de un rato me comunicó que iba a volver al camping porque le dolía mucho la rodilla.

No lo podía dejar solo y fuimos bajando el río muy despacio, cuando llegamos al lugar donde habíamos dejado el auto y luego de hidratarnos, le comuniqué que seguiría aguas abajo pescando un poco más, me dijo que no había problema. Pero antes de irme le pregunté como se sentía, me dijo que no muy bien, al descubrirse la rodilla derecha y compararla con la izquierda, la primera se había hinchado mucho, casi al doble de la segunda. No había sido un simple golpe…

No había opción, debíamos cancelar en ese mismo momento esa salida de pesca, guardar equipos. Por suerte no habíamos armado las carpas para dormir y el asado todavía estaba frio en la heladera portatil, la cerveza también quedó para otro día.

Por suerte pude hacer un video con algunas capturas de carpas, espero les guste.

Deja un comentario